Menu
Como dice el filósofo surcoreano Byung-Chul Han; en la era de la información y el rendimiento nos explotamos a nosotros mismos. Sobre todo las nuevas generaciones, de nativos digitales, hemos crecido en una sociedad diferente a todo lo anterior.

Diario Responsable - 9 de mayo de 2024

Huimos al mundo digital, al imaginario colectivo que hemos creado, que nos aleja de la realidad. No atascarse en el mundo digital es una batalla que luchamos y perdemos muchos días, pues hemos olvidado como estar. Estar en el mundo, aburridos, cuando la dopamina suplica un nuevo contenido que satura nuestra capacidad de pensar.

Incluso el acto de hacer y mirar fotografías de un momento nos aleja de él. En su libro “En el Enjambre”, Byung-Chul Han pone de ejemplo a los turistas japoneses visitando París. Cuando la ciudad no resulta lo que ellos imaginaban, sufren lo que se conoce como Síndrome de París: reacciones muy negativas, físicas y mentales al no encontrar la ciudad, romántica y perfecta, esperada. Y cuando esto sucede, continuar fotografiándola compulsivamente es un intento de volver a ese mundo ideal, guardando un instante inmortal como si fuera la verdadera experiencia. Se utilizan las imágenes de los instantes perfectos, no reales, y a menudo editados, como refugio de la realidad cuando esta no ofrece una gratificación inmediata. Si el mundo no gira en torno a mí, al menos guardaré los instantes en que así me sentía, y encontraré alivio. “Si he estado en París, mi vida no puede ser tan desafortunada” es una aproximación a este engaño. Tu felicidad no tiene nada que ver con París.

El esfuerzo de parar es un privilegio de la era del rendimiento, pero uno muy importante. Quedarte donde estás te permite apreciar cosas que antes no mirabas, por prisa. La lentitud nos permite acceder a la contemplación.

El medio digital nos acostumbra, más y más, a no pensar, hasta que el pensar resulta una tarea cansada, casi abrumadora. La información ya no es informativa, sino deformativa.

“El medio del espíritu es el silencio”, dice Chul-Han. Sin duda, la comunicación digital destruye el silencio. El autor ejemplifica esto recordando a Kafka, al que: “ya se le presenta la carta como un medio de comunicación inhumano”. Porque los besos escritos no llegan a su destino. Algo similar decía Marshall McLuhan con su famosa frase “el medio es el mensaje”.

Por todo ello, es necesaria la lentitud para alcanzar la contemplación. Aceptar la negatividad como parte de la vida, y no huir de ella. Aceptar la realidad y no dejarse engañar por los ríos de información que se vierten en nuestras pantallas. Proyectos populares como “Seek Discomfort” del canal de YouTube “YES Theory”, han predicado con el ejemplo de abrazar la negatividad y lo incómodo, y allá donde vayan hay personas con las que compartir su filosofía, que ya ha impactado en las vidas de millones de jóvenes por todo el mundo. Y, sin embargo, iniciativas como esta se basan en el medio digital para contrarrestar los efectos que este causa.

“El florecer lleva inscrito el marchitarse, y el resplandecer lleva inherente la negatividad del ensombrecer”- Byung-Chul Han.

Lee aquí la nota completa

Go Back

Comments for this post have been disabled.