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Infobae Perú conversó con el reconocido filósofo argentino, quien en la FIL Lima 2024 compartió sus ideas con una intención clara: no persuadir, sino provocar la reflexión.

Rafael Montoro
Infobae - 31 de agosto de 2024

En la FIL Lima 2024, mientras se acercaba la hora de la esperada conferencia de Darío Sztajnszrajber, el bullicio en los pasadizos de la feria crecía con una evidente energía. A poco menos de una hora del inicio, una larga cola serpenteaba frente a la entrada del auditorio, un desfile interminable de personas de distintas edades, muchas de las cuales portaban libros del filósofo. Sus rostros reflejaban una mezcla de anticipación y anhelo, y las preguntas que llevaban consigo parecían gravitar en el aire como estrellas brillantes en una noche despejada, ansiosas por ser iluminadas. Estas interrogantes, lejos de tocar la superficie de la vida cotidiana, exploraban los misterios del pensamiento.

Bajo el rótulo “¿Para qué sirve la filosofía?”, el filósofo argentino compartió sus ideas con una intención clara: no persuadir, sino provocar la reflexión. En su visión, esta disciplina no se encarga de ofrecer respuestas cerradas, sino de cuestionar y ampliar el horizonte del pensamiento. Como es sabido, la filosofía se convierte en un ejercicio constante de interrogación y descubrimiento, más que en una búsqueda de certezas definitivas.

Certeza es la única constante cuando se menciona que en las escuelas públicas la filosofía brilla por su ausencia, relegada al olvido en un sistema que prefiere la memorización a la reflexión. No obstante, a pesar de esta inercia educativa, el entusiasmo por la filosofía en Perú se multiplica, como lo demostró el auditorio colmado en la reciente conferencia. La paradoja es irónica: mientras las instituciones educativas mantienen la filosofía en un rincón oscuro, la demanda por el pensamiento crítico y la profundización filosófica crece con vigor.

Pocos minutos antes de cerrar la conferencia, el autor de “El amor es imposible” descendió del estrado para interactuar directamente con su audiencia. Durante este intercambio, surgieron preguntas que escondían inquietudes filosóficas. Entre las interrogantes, se destacaron: ¿Cómo podemos saber si nuestras percepciones de la realidad son verdaderas o si están distorsionadas? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿La muerte puede ser considerada una liberación o simplemente un fin absoluto? Infobae Perú también planteó cuestiones en un momento diferente, las cuales fueron respondidas por Darío.

 

—Hoy en día, los jóvenes están inmersos en redes sociales, tecnología y cultura pop, lo que hace que los temas clásicos de la filosofía parezcan poco atractivos. ¿Cómo puede un adolescente llegar a interesarse en estas cuestiones filosóficas?

—Creo que se subestiman de manera considerable los temas que realmente atraen a los jóvenes. ¿Les preocupa el tema de la muerte como problema existencial? Alguien podría responder que no, porque no suelen hablar de ello. Sin embargo, yo diría que no les interesa hasta que se les presenta el tema de manera accesible, interesante, entretenida e incluso estremecedora. Cualquiera puede engancharse porque el asunto nos interpela y nos confronta con la finitud de la vida. Tengas 18 o 90 años, naciste para morir, y eso, en el fondo, es una verdad insoportable.

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