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El Dr. Pablo Lazo Briones, académico del Departamento de Filosofía, nos pone a reflexionar sobre un tema que dominará las conversaciones durante los próximos años. En esta frontera entre la tecnología, la IA y la ética, las y los ingenieros y científicos, nos piden voltear a ver a la filosofía.

Ibero - 28 de agosto de 2023

La semana pasada, Ameca, una de las robots más avanzadas del mundo, aseguró “hay cosas que me convierten en mí misma y me diferencian de otros robots”; por lo cual, al menos 20 sitios web de noticias publicaron la información bajo titulares como: “El robot humanoide más avanzado del mundo se declara autoconsciente y preocupa a los expertos” o “Robot con IA declara tener conciencia”.

¿Es correcto por parte de los medios decir que es “autoconsciente”? Al tratarse de un tema de tecnología, consultamos al Dr. Eric Bojorges, coordinador de Ingeniería Biomédica en la Universidad Iberoamericana, quien nos dice que, justamente en esta frontera entre la tecnología, la Inteligencia Artificial, la ética y el desarrollo de conceptos tan complejos sobre lo que nos hace “humanas y humanos”, es donde debemos voltear hacia disciplinas como la filosofía.

“No puedo responder si tiene consciencia, es una de las preguntas más difíciles filosóficamente hablando y pienso que escuchándo a Ameca, no sé si es consciente o más bien aprendió a responder como ChatGPT, bajo un programa de machine learning generativo, en donde tú sabes que no es un humano, pero te responde como un humano, aunque en su programación, de alguna manera está claramente identificado que él es un robot”, señala el Dr. Bojorges.

¿Qué es, entonces, eso que nos hace humanas y humanos? y ¿cómo nos diferenciamos de las máquinas? Es algo que la literatura y el cine de Ciencia Ficción llevan años describiendo, pero volvemos al inicio, ¿en qué consiste nuestra humanidad? Para responder estas interrogantes, consultamos al Dr. Pablo Lazo Briones, académico del Departamento de Filosofía de nuestra IBERO. 

Prensa IBERO: Desde el punto de vista filosófico, ¿qué nos hace humanas y humanos y nos diferencia de las máquinas?

Dr. Pablo Lazo Briones. La principal diferencia entre el ser humano y las máquinas --generadas por nosotras y nosotros mismos--, radica en la capacidad de decisión libre, lo que corresponde a una voluntad que ordena su mundo y se responsabiliza por sus acciones en comunidad. 

Cuando se quiere equiparar, equivocadamente, al ser humano y a la máquina, incluso cuando se dice que en el caso del Cyborg o de la robótica avanzada o de la cibernética, que la máquina es capaz de decidir por sí misma, y que posee una voluntad que da un sentido de mundo, se comete el error de interpretar como humanas acciones programadas y conexiones de información que no se responsabilizan de ninguna manera de sus consecuencias y mucho menos son capaces de generar una comunidad que comparta un lenguaje específico de creencias, símbolos, tradiciones y construcción de futuro. 

Las máquinas no construyen un ámbito de futuro, simplemente responden a cálculos desde un montaje programático, y por esto mismo tampoco pueden decidir y evaluar éticamente desde una ponderación de valores, de estilos de vida mejores o peores, aunque la fantasía -un poco perversa, levantada en nuestras sociedades actuales- sea la de pensar que nos ayudan a “avanzar” en un progreso siempre hacia mejores condiciones.

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